En el fondo no sé para qué hacemos planes. Nunca deberíamos hacer planes, porque esperas una cosa y al final siempre es distinto. Yo ya he optado por dejarme llevar, por dejar que decidan los demás e ir a los sitios sin ninguna expectativa (o al menos eso intento), porque cuando pones ilusión en algo y al final acaba cambiando demasiado, la decepción puede terminar por amargarte antes de tiempo. Y cómo siempre dicen, cuando haces algo sin esperar nada, es cuando mejor salen las cosas...
Veremos como acaba el puente de cuatro días de turismo convertido en dos días de fiesta en zaragoza...
9.10.07
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