Dicen que los gallegos son indecisos, que siempre responden con otra pregunta. Yo a veces creo que la cercanía me ha convertido en medio gallega y tal vez esa sea la causa de que siempre dude de todo. Cualquier decisión, por simple que sea, me hace dudar continuamente.
Cojo esta? o la otra? no, espera, me gusta más la primera. Aunque la segunda... Así es mi día a día, un mar de dudas, un cruce de caminos en el no siempre estoy segura de haber elegido la opción correcta.
Debería ir? o debería quedarme? Me quedo, pero... y si hubiera ido? Y si voy, no habría sido mejor quedarme? Hay veces que tengo alguna ayuda, que alguien me da ese pequeño empujoncito que te ayuda a dar ese paso, pero por lo general eso no suele suceder, y al final lo que ocurre es que yo sola debo enfrentarme a todas esas decisiones que, por pequeñas que sean, en ciertos momentos parecen hacerse demasiado grandes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario